El invierno es una estación del año estupenda con sus montañas nevadas, su aire fresco y vigorizante, la posibilidad de patinar sobre hielo. Auténticos planazos para todos esos aguerridos a quienes les encantan los deportes invernales y las temperaturas tirando a gélidas.
Para todos los demás existen interesantes alternativas que les permitirán disfrutar del calor del sol en latitudes que aunque puedan parecer que están muy lejos geográficamente hablando, no lo están tanto en nuestros corazones.
Nos estamos refiriendo a esos lugares mágicos donde la arena es casi siempre blanca y el mar cristalino. Destinos hacia los que poder llegar volando, aunque para ello tengamos que pasar en un avión de 12 a 16 horas. Ya se sabe, ¡quien algo quiere, algo le cuesta!
Tailandia, por ejemplo, es un país del sudeste asiático que hace frontera con Birmania, Laos y Malasia. Desde Bangkok se puede llegar a Kata – uno de los lugares más populares de Phuket. Phuket es una isla muy montañosa situada en el mar de Andamán, cubierta por frondosas selvas, pero que también posee playas de arena en su costa occidental. En el extremo sur de la isla se encuentra Laem Promthep, un lugar privilegiado desde donde poder disfrutar de increíbles puestas de sol.
La principal región turística de la isla es Patong, que concentra también la mayor parte de la vida nocturna de Phuket, además de ser el mayor centro comercial de la isla. Otras playas populares son Karon, Nai Harn y Bang Tao. La isla se ha convertido en las últimas décadas un conocido centro turístico. Otros centros importantes son Rawaii Beach y la tranquila Nai Harn.
Kata Beach está dividida por un promontorio que da a un lado a la gran bahía de Kata Yai, y al otro a una bahía más pequeña llamada Kata Noi. Patong es la playa a donde va más gente, sobre todo gente joven y ruidosa, que adora hacer deporte en motos acuáticas. Más tranquilas son las playas de Kamala Beach - uno de los lugares menos contaminados de la isla -, y Surin Beach. Entre Kamala y Surin se encuentra Laem Sing Beach muy frecuentada por turistas italianos y franceses.
También se puede visitar la barrera coralina del Parque Nacional de Tarutao, la isla de Koh Lipe con la playa de Pattaya; y las 4 perlas de Koh Chang: White Sand Beach, Khlong Prago, Kai Bae y Lonely Beach donde una vez al mes se celebra la Full Moon Party a la que asisten todo tipo de personas para pasarse toda la noche de fiesta, oyendo música y bailando.
Otro de los festivales más mágicos del sudeste asiático es el Loy Kratong. La tradición manda depositar ofrendas con flores e incienso sobre las aguas, para que naveguen sobre las aguas simbolizando la purificación de la persona, que se libera así de las cosas malas y atrae los buenos deseos.
En Shan, al norte de Tailandia, viven las mujeres jirafa, que forman parte de la tribu Kayan. Estas mujeres, desde que cumplen cinco años, se adornan el cuello con espirales de la latón. A medida que van cumpliendo años, van cambiando estas espirales hechas de anillos que, al ir presionando la clavícula hacia abajo para hacer sitio, crean la sensación óptica de que estas mujeres tienen un cuello tan largo como el de una jirafa.
En contra de la creencia popular, estas espirales no afectan a las vértebras, pero al pesar mucho (estos adornos pueden llegar a pesar hasta 25 kilos) tirán hacia abajo a la altura de las clavículas. Aunque el gobierno birmano trató de hacer desaparecer esta costumbre, se ha convertido en un negocio rentable gracias al turismo que acude a verlas, aprovechando también para comprar las hermosas telas que fabrican en sus telares.
El poblado recibe la visitan de unos 1.200 turistas al año que se suelen gastar una media de 250 bahts, lo que equivale a unos 6 euros por persona. Como curiosidad, comentaros que está mal visto llevar los billetes en el bolsillo trasero del pantalón, ya que uno se sentaría sobre la imagen del rey Rama IX - el jefe de estado que más tiempo lleva en el cargo en todo el mundo, desde el 5 de mayo de 1950 (64 años).
Además de sus paisajes de ensueño, Tailandia es un país que tiene muchas cosas que ofrecer al viajero: historia, cultura, exquisita gastronomía y una enorme hospitalidad que se caracteriza por la sonrisa perpetua de sus gentes.
Diario del viajero
